Un dia en el mercado de chamberi

Desde hace tiempo, soy yo la que se encarga de ir al Mercado de Chamberí a por las viandas mensuales de mi familia. A mi padre siempre le gustaba ir, pero yo nunca le acaba de pillar el tranquillo. Todavía recuerdo cuando le acompañaba porque él ya no podía cargar peso, y como hablaba con unos y con otros, de esto y de aquello, y como sabían los tenderos que parte del cerdo, de la vaca o del pollo le tenian que dar para que se quedara satisfecho.

Ahora soy yo la que va, y la que pregunta por la familia del carnicero, Javi, o le pregunto a Adrian sobre su nuevo bebe, y si su niña sigue sintiendo un poquito de celos o por él o no. Me gusta que el del congelado termine las frases cuando le pido algo o tener que decirle al de las aceitunas, que cuando digo, "tres cuartos de manzanilla" me refiero a 750 gramos y no 810.

Hoy tambien he ido, y mientras sonreía empujando mi carro me he encontrado con un amigo que hacia tiempo que no veía. Y como no podía ser de otra manera hemos hablado de nuestra situación actual, el de exámenes agobiado, y yo esperando a que me llamen para decirme que empiece, en un trabajo que ya he conseguido. Entre comentarios de economía y laborales el ha dicho:

- Parecemos dos madres hablando de sus hijos y del país- a lo que yo he contestado.
- Y más cuando te diga que te tengo que dejar porque rompo la cadena del frío del congelado.- y acercandome a darle dos besos él ha rematado diciendo.
- Y yo, que tengo que recoger a los niños.

Quien no aprecia los pequeños detalles de la vida, es porque no quiere.

Mañana vuelvo a ir al Mercado, no sólo para cargarme de energía con la gente del barrio, si no porque Javi no tenia los filetes que tanto nos gustan a la familia.
Como bien dice el Recio de " La que se avecina" :
"Otra acción de la familia "Izquierdo" que bueno soy y que culito tengo"
( lo siento Granja no rimaba tan bien jajaja).